1 de febrero de 2009
Desde Pannaba te saludo
abuelito de carita roja de achiote,
tu rojo guerrero me salva
cada vez que los "bonigan" me persiguen.
De tu flecha brava
he aprendido a conducir mis penas
y con el arrullo de mamá
he podido dormir tranquilo.
Gracias a tí abuelito,
por darme esa vida,
por defender la mola de la abuela,
por darme la tierra
donde hemos podido cultivar a nuestros hermanos.
Las palmeras siguen danzando,
aplauden tu triunfo
al son de las maracas de las olas.
Seguimos en la lucha,
abuelito de carita de achiote.
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